miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sorpresa y desagrado en Alemania por decisión de GM sobre Opel

El consorcio automotriz estadounidense decidió no vender su filial
Angela Merkel expresó su profundo desagrado por la noticia

Alemania reaccionó hoy con sorpresa ante la noticia de que el consorcio automotriz estadounidense General Motors (GM) decidió no vender Opel, mientras el gobierno de Angela Merkel expresó su profundo desagrado por la decisión. El anunció tomó a Merkel de regreso de Washington tras una visita al presidente Barack Obama y un discurso ante el Congreso, y representa un golpe a su gobierno que había participado en la búsqueda de alternativas para salvar a Opel de la insolvencia de General Motors. Los medios electrónicos alemanes comentan esta decisión, ya que la prensa escrita no alcanzó a difundirla pues se produjo en torno a la media noche europea. Der Spiegel en su página electrónica comenta que "Después de la pompa cayó la bomba: apenas Merkel había dejado Washington después de su esplendoroso discurso ante el Congreso, la mala noticia le arruinó los buenos titulares". A su vez el diario financiero Handelsblatt indicó que "Mientras que los políticos del país despotrican y los Consejos de Personal llaman a huelgas de advertencia, los expertos ven el futuro de Opel negro". En las cuatro plantas alemanas de Opel el ánimo hierve, y los Consejos de Personal y sindicatos, que agrupan a 25 mil del total europeo de 55 mil trabajadores, llamaron a paros de labores como protesta. Klaus Franz, presidente de los Consejos de Representación de Personal, declaró que se proyecta extender las huelgas al resto de plantas europeas. Se trata de un reacción no sólo por el curso zigzagueante de General Motors desde hace meses respecto a Opel, sino también porque trascendió que la reestructuración de esa filial alemana será aún más amarga bajo la dirección de la matriz. El portavoz gubernamental Ulrich Wilhelm expresó que "el gobierno alemán lamenta la decisión del Consejo de Administración de General Motors de conservar Opel y de reestructurarla por sí mismo".
"Esa decisión trunca un proceso de negociaciones con inversionistas que ha tenido lugar durante un lapso de seis meses y en el que participaron todas las partes intensamente, incluso General Motors", añadió. Aseveró que el concepto de compra y reestructuración que habían favorecido al consorcio austríaco-canadiense Magna y el Sberbank, tiene convincente lógica industrial.
Dijo esperar que GM fortalezca al consorcio Opel y las adecuaciones necesarias se reduzcan al mínimo. También señaló su deseo de que sea pagado a tiempo el financiamiento-puente de mil 500 millones de euros que pusieron a disposición el (estatal alemán) Banco para la Reconstrucción y los bancos (alemanes) de fomento. El portavoz añadió que la canciller federal Merkel solicitó que el ministro de Economía, Rainer Bruderle, informe al gabinete este miércoles en el marco de su reunión habitual semanal, sobre los detalles de esta decisión. Berlín, Alemania

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