viernes, 22 de enero de 2010

Comisión Europea ayudará a los 2,500 despedidos en Opel Amberes

En principio, si las autoridades belgas lo solicitan, el Fondo de Ajuste a la Globalización.El FAG fue creado para ayudar a reinsertarse en el mundo laboral a los trabajadores europeos afectados por los recortes de plantilla.

La Comisión Europea ayudará económicamente a los 2 mil 500 trabajadores de la fábrica de automóviles de la marca Opel en Amberes, que perderán su puesto el próximo mes de junio, cuando está previsto el cierre de la planta.

"En principio, si las autoridades belgas lo solicitan, el Fondo de Ajuste a la Globalización, FAG, estará disponible", aseguró un portavoz de la Comisión de Bruselas.

El FAG fue creado en 2007 para ayudar a reinsertarse en el mundo laboral a los trabajadores europeos afectados por los recortes de plantilla.

El presidente del Ejecutivo de Bruselas, José Manuel Durao Barroso, se entrevista hoy con Kris Peeters, primer ministro de la región de Flandes, en la parte norte de Bélgica, donde está situada Amberes, para tratar el asunto.

La dirección de Opel ha presentado una solicitud por valor de 2.7 millones de euros (3.8 millones de dólares) en ayudas públicas para los gobiernos europeos donde hay plantas de Opel: Alemania, Reino Unido, Bélgica, Polonia y España.

"Somos conscientes de lo que esta decisión supone para los empleados en Amberes y para sus familias, y junto con ellos lo lamentamos", aseguró ayer el director ejecutivo de Opel, Nick Reilly, quien en rueda de prensa en Bruselas intentó explicar los motivos de la dramática decisión de cierre.

"La industria del automóvil está en declive y las previsiones de ventas (del modelo estrella producido en Amberes, el Astra) también. Lo fabricaremos en Corea. Es económicamente más viable para nosotros", aseguró.

Opel intenta así evitar la "duplicación" de productos similares –o iguales- de la marca que se fabrican en instalaciones diferentes.

Al mismo tiempo, Reilly aseguró que "la decisión (de cierre de Amberes) no fue tomada a la ligera. Lamentablemente, es resultado de la realidad económica actual. Tenemos que hacer hoy este anuncio para poder garantizar un futuro viable para el resto de actividades de Opel y de Vauxhall (la filial inglesa) en el futuro", subrayó.

La primera reacción del principal sindicato del metal, representado en Opel-Amberes, el ACV, fue categórica.

"Quitar, de esta manera vergonzosa, el derecho de miles de trabajadores de ganarse el pan es, simplemente, una acción criminal. Los empleados han trabajo duro, han mostrado su compromiso y su fe en la empresa durante mucho tiempo", subrayó el ACV en un comunicado.
Bruselas, Bélgica

No hay comentarios:

Publicar un comentario