Europa debe aprobar antes de fin de año la creación de nuevos organismos reguladores de banca, seguros y mercados financieros, así como una Junta Europea de Riesgos Sistémicos para prever las potenciales amenazas a la economía.
Los ministros de hacienda de la Unión Europea (UE) intentaron alcanzar un acuerdo para crear nuevos organismos reguladores del sistema financiero, pero se enfrentaban a la oposición de Gran Bretaña, temerosa de que éstos podrían restar poder a sus propias agencias fiscalizadoras.
El ministro sueco de Hacienda Anders Borg, cuyo país ocupa hasta el 31 de diciembre la presidencia rotativa de la UE, indicó que Europa debe aprobar antes de fin de año la creación de nuevos organismos reguladores de banca, seguros y mercados financieros, así como una Junta Europea de Riesgos Sistémicos para prever las potenciales amenazas a la economía.
Los nuevos organismos reemplazarían el sistema actual, en el que no queda claro cómo se debería rescatar a un banco que opera en varias naciones europeas ni cuándo las normas financieras de la UE son aplicadas de diferente manera en las 27 naciones del bloque.
El secretario del Tesoro británico Alistair Darling pidió a otras naciones europeas que no adopten normas que puedan perjudicar a la City londinense, el corazón financiero de la capital británica que compite con Wall Street, por considerar que permitir su
``florecimiento redunda igualmente en el interés de Francfort y París''.
Darling escribió en el diario londinense The Times que los supervisores de cada país ``deben seguir siendo responsables de supervisar individualmente a las compañías'' y que pedir a una firma que responda ``a más de una autoridad es la forma más segura de sembrar la confusión''.
Varios diplomáticos dijeron que Gran Bretaña se opone tenazmente a cualquier sistema que ordene a un gobierno rescatar a una institución financiera en apuros. Los diplomáticos hablaron a condición de guardar el anonimato debido a que las conversaciones continuaban.
``Las decisiones adoptadas por las nuevas autoridades supervisoras europeas no deberían tener impacto alguno en los presupuestos nacionales'', escribió Darling.
``Las reservas monetarias son ahora el instrumento acordado para asegurar que los bancos, y no los contribuyentes, corran con los gastos de los futuros fracasos'', agregó, en referencia a las normas que requieren a las instituciones de créditos destinar parte de su capital a reservas para esas eventualidades. Bruselas, Bélgica
Los ministros de hacienda de la Unión Europea (UE) intentaron alcanzar un acuerdo para crear nuevos organismos reguladores del sistema financiero, pero se enfrentaban a la oposición de Gran Bretaña, temerosa de que éstos podrían restar poder a sus propias agencias fiscalizadoras.
El ministro sueco de Hacienda Anders Borg, cuyo país ocupa hasta el 31 de diciembre la presidencia rotativa de la UE, indicó que Europa debe aprobar antes de fin de año la creación de nuevos organismos reguladores de banca, seguros y mercados financieros, así como una Junta Europea de Riesgos Sistémicos para prever las potenciales amenazas a la economía.
Los nuevos organismos reemplazarían el sistema actual, en el que no queda claro cómo se debería rescatar a un banco que opera en varias naciones europeas ni cuándo las normas financieras de la UE son aplicadas de diferente manera en las 27 naciones del bloque.
El secretario del Tesoro británico Alistair Darling pidió a otras naciones europeas que no adopten normas que puedan perjudicar a la City londinense, el corazón financiero de la capital británica que compite con Wall Street, por considerar que permitir su
``florecimiento redunda igualmente en el interés de Francfort y París''.
Darling escribió en el diario londinense The Times que los supervisores de cada país ``deben seguir siendo responsables de supervisar individualmente a las compañías'' y que pedir a una firma que responda ``a más de una autoridad es la forma más segura de sembrar la confusión''.
Varios diplomáticos dijeron que Gran Bretaña se opone tenazmente a cualquier sistema que ordene a un gobierno rescatar a una institución financiera en apuros. Los diplomáticos hablaron a condición de guardar el anonimato debido a que las conversaciones continuaban.
``Las decisiones adoptadas por las nuevas autoridades supervisoras europeas no deberían tener impacto alguno en los presupuestos nacionales'', escribió Darling.
``Las reservas monetarias son ahora el instrumento acordado para asegurar que los bancos, y no los contribuyentes, corran con los gastos de los futuros fracasos'', agregó, en referencia a las normas que requieren a las instituciones de créditos destinar parte de su capital a reservas para esas eventualidades. Bruselas, Bélgica
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