La Organización de las Naciones Unidas ve una lenta recuperación con un crecimiento moderado de 2.4% sustentado en las políticas de estímulo adoptadas por los países más industrializados
La economía mundial enfilará con lentitud en 2010 la senda de la recuperación, tras más de un año de crisis, con un crecimiento moderado de 2.4% que se sustentará en las políticas de estímulo adoptadas por los países más industrializados, aseguró la Organización de Naciones Unidas en un informe divulgado hoy.
"La recuperación será débil, y en algunos casos insuficiente para recuperar el terreno perdido" , dijo hoy en la presentación del informe el director de la Unidad de Políticas de Desarrollo y Análisis del Departamento de Análisis de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Rob Vos.
El documento titulado "Situación y perspectivas de la economía mundial" asegura que se han revertido los fuertes recortes a la producción industrial producto de la crisis.
Sin embargo, no prevé un sólido repunte de la demanda privada capaz de sustituir la inyección de dinero público que ha evitado caer en el abismo económico al que se asomaba el mundo.
Señala además que la situación de la economía mundial empezó a enderezarse en el segundo trimestre de 2009 y se ha consolidado en el cuarto, lo que no evitará que a final de año registre una contracción de 2.2%.
Pese a describir un panorama más esperanzador, el análisis de la ONU no abandona la cautela y advierte de que la recuperación pronosticada para el año que viene será "frágil" y sigue muy presente el peligro de una recaída.
El incremento de la actividad se deberá más a la reposición de inventario perdido en las empresas, que a un aumento de la demanda de consumidores e inversores, resalta.
En el desglose regional de las cifras, Naciones Unidas confirma que las economías en desarrollo, particularmente las asiáticas, serán las que más crezcan el año que viene.
China avanzará 8.8%, mientras que India alcanzará 6.5%, lo que situará a ambos países por encima de la media de 5.3% que registrará el mundo en desarrollo.
Latinoamérica y el Caribe también verán aumentar su actividad económica por encima de la media mundial, con 3.4% de crecimiento anual. La economía brasileña avanzará 4.5% y México 3%.
El informe también pronostica el regreso al crecimiento para las economías desarrolladas, aunque de una forma moderada.
Los países de la zona del euro se quedarán en 0.4%, Reino Unido en 0.6% y Japón en 0.9%, mientras que el crecimiento de la economía estadounidense se situaría en 2.1%.
Por su parte, la economía de África se incrementará 4.3% en 2010 y la de Rusia 1.5%.
Naciones Unidas considera que la reactivación económica ha sido impulsada en gran parte por los efectos de las políticas de estímulo llevadas a cabo en la mayoría de las grandes economías, que en conjunto alcanzarán entre 2009 y 2010 los 2.6 billones de dólares.
De todas formas, los expertos de la ONU creen que la recuperación de la actividad será lenta a lo largo del próximo año, lo que no permitirá un descenso notable de los índices de desempleo.
El regreso a los números positivos no augura tampoco por el momento el retorno de las épocas de fuerte crecimiento anteriores a la crisis, particularmente en los países menos desarrollados.
El ingreso per cápita se redujo este año que termina en 107 de los 160 países estudiados en el informe, mientras que solo 21 países en desarrollo alcanzarán en 2010 tasas de crecimiento superiores a 3%, que es el mínimo considerado como necesario para reducir los índices internos de pobreza.
La ONU advierte que este panorama de claroscuros podría ensombrecerse más si los gobiernos abandonan antes de tiempo las políticas de estímulo, por insuficientes que hayan sido para reactivar con vigor el pulso económico.
Al mismo tiempo, reconoce que los responsables políticos afrontan un "dilema" , ya que el otro riesgo potencial es la enorme acumulación de deuda generada por la crisis y el aumento del gasto público en los países más ricos, que han llevado a un gran "desequilibrio global" y al debilitamiento del dólar.
Por ello, aboga por mantener los estímulos fiscales a corto plazo para que paulatinamente el sector privado tome al público el relevo en la creación de demanda.
También insiste en que las nuevas inversiones públicas se orienten hacia inversiones en productividad a largo plazo, como las nuevas tecnologías necesarias para combatir el cambio climático.
En tercer lugar, advierte de la necesidad de reequilibrar las balanzas comerciales con un aumento de las exportaciones de los países ricos y un estímulo de la demanda interna en economías emergentes, como China. Naciones Unidas
La economía mundial enfilará con lentitud en 2010 la senda de la recuperación, tras más de un año de crisis, con un crecimiento moderado de 2.4% que se sustentará en las políticas de estímulo adoptadas por los países más industrializados, aseguró la Organización de Naciones Unidas en un informe divulgado hoy.
"La recuperación será débil, y en algunos casos insuficiente para recuperar el terreno perdido" , dijo hoy en la presentación del informe el director de la Unidad de Políticas de Desarrollo y Análisis del Departamento de Análisis de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Rob Vos.
El documento titulado "Situación y perspectivas de la economía mundial" asegura que se han revertido los fuertes recortes a la producción industrial producto de la crisis.
Sin embargo, no prevé un sólido repunte de la demanda privada capaz de sustituir la inyección de dinero público que ha evitado caer en el abismo económico al que se asomaba el mundo.
Señala además que la situación de la economía mundial empezó a enderezarse en el segundo trimestre de 2009 y se ha consolidado en el cuarto, lo que no evitará que a final de año registre una contracción de 2.2%.
Pese a describir un panorama más esperanzador, el análisis de la ONU no abandona la cautela y advierte de que la recuperación pronosticada para el año que viene será "frágil" y sigue muy presente el peligro de una recaída.
El incremento de la actividad se deberá más a la reposición de inventario perdido en las empresas, que a un aumento de la demanda de consumidores e inversores, resalta.
En el desglose regional de las cifras, Naciones Unidas confirma que las economías en desarrollo, particularmente las asiáticas, serán las que más crezcan el año que viene.
China avanzará 8.8%, mientras que India alcanzará 6.5%, lo que situará a ambos países por encima de la media de 5.3% que registrará el mundo en desarrollo.
Latinoamérica y el Caribe también verán aumentar su actividad económica por encima de la media mundial, con 3.4% de crecimiento anual. La economía brasileña avanzará 4.5% y México 3%.
El informe también pronostica el regreso al crecimiento para las economías desarrolladas, aunque de una forma moderada.
Los países de la zona del euro se quedarán en 0.4%, Reino Unido en 0.6% y Japón en 0.9%, mientras que el crecimiento de la economía estadounidense se situaría en 2.1%.
Por su parte, la economía de África se incrementará 4.3% en 2010 y la de Rusia 1.5%.
Naciones Unidas considera que la reactivación económica ha sido impulsada en gran parte por los efectos de las políticas de estímulo llevadas a cabo en la mayoría de las grandes economías, que en conjunto alcanzarán entre 2009 y 2010 los 2.6 billones de dólares.
De todas formas, los expertos de la ONU creen que la recuperación de la actividad será lenta a lo largo del próximo año, lo que no permitirá un descenso notable de los índices de desempleo.
El regreso a los números positivos no augura tampoco por el momento el retorno de las épocas de fuerte crecimiento anteriores a la crisis, particularmente en los países menos desarrollados.
El ingreso per cápita se redujo este año que termina en 107 de los 160 países estudiados en el informe, mientras que solo 21 países en desarrollo alcanzarán en 2010 tasas de crecimiento superiores a 3%, que es el mínimo considerado como necesario para reducir los índices internos de pobreza.
La ONU advierte que este panorama de claroscuros podría ensombrecerse más si los gobiernos abandonan antes de tiempo las políticas de estímulo, por insuficientes que hayan sido para reactivar con vigor el pulso económico.
Al mismo tiempo, reconoce que los responsables políticos afrontan un "dilema" , ya que el otro riesgo potencial es la enorme acumulación de deuda generada por la crisis y el aumento del gasto público en los países más ricos, que han llevado a un gran "desequilibrio global" y al debilitamiento del dólar.
Por ello, aboga por mantener los estímulos fiscales a corto plazo para que paulatinamente el sector privado tome al público el relevo en la creación de demanda.
También insiste en que las nuevas inversiones públicas se orienten hacia inversiones en productividad a largo plazo, como las nuevas tecnologías necesarias para combatir el cambio climático.
En tercer lugar, advierte de la necesidad de reequilibrar las balanzas comerciales con un aumento de las exportaciones de los países ricos y un estímulo de la demanda interna en economías emergentes, como China. Naciones Unidas
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