Por: Francisco Medina
Agustín Carstens, nominado como jefe del Banco Central de México, dijo que la entidad no estará bajo presión para revisar rápidamente su postura monetaria, dado que las tendencias inflacionarias subyacentes se mantendrían contenidas pese a un alza de impuestos.
Carstens dijo que no ve actualmente muchas presiones inflacionarias subyacentes, ya que parte de las medidas fiscales que comenzarán a aplicarse el próximo año, como un aumento de impuestos aprobado en noviembre, van a incidir en alzas de precios de una sola vez y no en incrementos sostenidos.
"No hay ahora en México muchas presiones inflacionarias subyacentes", dijo Carstens.
"El Banco de México va a tener tiempo, relativamente largo, para revisar su postura monetaria, esto se debe reflejar en tasas similares a las de ahora", agregó.
Analistas privados han elevado sus expectativas para la inflación de México en el 2010, por alzas en impuestos y probablemente en los precios de los combustibles que podrían presionar al índice de precios y acelerar una decisión del banco central para un esperado aumento de la tasa de referencia.
El Banco Central ha mantenido estable en un 4.50% la tasa de fondeo bancario en los últimos cuatro avisos monetarios, en momentos en que la economía mexicana sale de su peor recesión en décadas.
Carstens dijo que en caso de producirse, rechazaría presiones del Gobierno para bajar las tasas de interés si la situación económica no lo amerita.
Carstens es uno de los hombres más cercanos al presidente Calderón y algunos analistas han puesto en duda su capacidad para mantener la autonomía del Banco Central en sus decisiones de política monetaria.
Agustín Carstens, nominado como jefe del Banco Central de México, dijo que la entidad no estará bajo presión para revisar rápidamente su postura monetaria, dado que las tendencias inflacionarias subyacentes se mantendrían contenidas pese a un alza de impuestos.
Carstens dijo que no ve actualmente muchas presiones inflacionarias subyacentes, ya que parte de las medidas fiscales que comenzarán a aplicarse el próximo año, como un aumento de impuestos aprobado en noviembre, van a incidir en alzas de precios de una sola vez y no en incrementos sostenidos.
"No hay ahora en México muchas presiones inflacionarias subyacentes", dijo Carstens.
"El Banco de México va a tener tiempo, relativamente largo, para revisar su postura monetaria, esto se debe reflejar en tasas similares a las de ahora", agregó.
Analistas privados han elevado sus expectativas para la inflación de México en el 2010, por alzas en impuestos y probablemente en los precios de los combustibles que podrían presionar al índice de precios y acelerar una decisión del banco central para un esperado aumento de la tasa de referencia.
El Banco Central ha mantenido estable en un 4.50% la tasa de fondeo bancario en los últimos cuatro avisos monetarios, en momentos en que la economía mexicana sale de su peor recesión en décadas.
Carstens dijo que en caso de producirse, rechazaría presiones del Gobierno para bajar las tasas de interés si la situación económica no lo amerita.
Carstens es uno de los hombres más cercanos al presidente Calderón y algunos analistas han puesto en duda su capacidad para mantener la autonomía del Banco Central en sus decisiones de política monetaria.
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