México y Centroamérica encaran "la peor situación". El primero, aunque crecería en 2010, aún no supera la recesión, y los segundos no poseen fondos fiscales para impulsar una mayor actividad.
La reactivación económica está llegando por fin a América Latina, empujada por las estabilizaciones de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú, dijo hoy a dpa la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
"Todos esos países muestran señales de que superaron la crisis o están a punto de hacerlo", sostuvo el experto de la Cepal, Jürgen Weller. En Brasil incluso hay una leve alza en el empleo, agregó.
En contraste, México y Centroamérica encaran "la peor situación". El primero, aunque crecería en 2010, aún no supera la recesión, y los segundos no poseen fondos fiscales para impulsar una mayor actividad.
"La reactivación será lenta", añadió Weller. Sobre lo mismo, recordó que la Cepal prevé para 2010 un crecimiento en torno al 3.0 por ciento, con Brasil, Chile, Perú y Panamá liderando la actividad.
El bajo dinamismo además no permitiría una recuperación pronta del empleo. Para 2009, de hecho, Cepal espera que 3.4 millones de personas engrosen las filas de los desocupados urbanos en la región.
"En el período de mayor dinamismo, entre 2003 y 2008, el empleo bajó sólo medio punto porcentual, llegando a siete por ciento de la fuerza laboral urbana", recordó el especialista.
Los 20 millones de personas sin trabajo que actualmente hay en la región, nueve por ciento de la fuerza laboral urbana, caerán en muchos casos en situaciones de indigencia y pobreza.
Previsiones iniciales de Cepal hablan de que hasta 5 millones de personas dejarán de percibir lo mínimo para vivir este año. El Banco Interamericano de Desarrollo cree que serán 8 millones.
En total, América Latina volverá a tener cerca de 190 millones de pobres, de los cuales la mitad serán niños. Cifras iniciales hablan ya de aumentos de este flagelo en Colombia, México y Uruguay.
Por tanto, la mayor secuela de la crisis, pese a acercarse su fin, será el estancamiento por años de la lucha contra la pobreza, que se prevé que muestre un avance lento los próximos cinco años.
En ese marco, Weller sostuvo que es clave que los países tengan bajo control la inflación, pues ésta afecta el poder adquisitivo y la posibilidad de aplicar políticas monetarias expansivas, "que deberían mantenerse por un largo tiempo".
"La única excepción es Venezuela", que enfrenta un alza sostenida de sus precios internos y no podrá, eventualmente, reducir sus tasas de interés, para incentivar la inversión y el empleo, agregó.El cuadro, aunque a grandes rasgos parece auspicioso, tiene luces de alarma en la aún débil estabilización que viven Alemania, España, Reino Unido y Estados Unidos.
Hoy sólo China e India parecen empujar con fuerza la economía global, tras la debacle financiera.
La incertidumbre sobre la velocidad de la recuperación además coincide con una masiva baja en la entrada de capitales a América Latina, que bordeará los 300 mil millones de dólares este año.
De ellos, 221 mil vendrán por menores exportaciones y hasta 60 mil millones de dólares por el freno de las inversiones externas directas. También bajarán las remeses y la ayuda al desarrollo.
"Pero lo importante es que ya hay indicadores positivos", planteó Weller. Santiago de Chile (Milenio)
"Todos esos países muestran señales de que superaron la crisis o están a punto de hacerlo", sostuvo el experto de la Cepal, Jürgen Weller. En Brasil incluso hay una leve alza en el empleo, agregó.
En contraste, México y Centroamérica encaran "la peor situación". El primero, aunque crecería en 2010, aún no supera la recesión, y los segundos no poseen fondos fiscales para impulsar una mayor actividad.
"La reactivación será lenta", añadió Weller. Sobre lo mismo, recordó que la Cepal prevé para 2010 un crecimiento en torno al 3.0 por ciento, con Brasil, Chile, Perú y Panamá liderando la actividad.
El bajo dinamismo además no permitiría una recuperación pronta del empleo. Para 2009, de hecho, Cepal espera que 3.4 millones de personas engrosen las filas de los desocupados urbanos en la región.
"En el período de mayor dinamismo, entre 2003 y 2008, el empleo bajó sólo medio punto porcentual, llegando a siete por ciento de la fuerza laboral urbana", recordó el especialista.
Los 20 millones de personas sin trabajo que actualmente hay en la región, nueve por ciento de la fuerza laboral urbana, caerán en muchos casos en situaciones de indigencia y pobreza.
Previsiones iniciales de Cepal hablan de que hasta 5 millones de personas dejarán de percibir lo mínimo para vivir este año. El Banco Interamericano de Desarrollo cree que serán 8 millones.
En total, América Latina volverá a tener cerca de 190 millones de pobres, de los cuales la mitad serán niños. Cifras iniciales hablan ya de aumentos de este flagelo en Colombia, México y Uruguay.
Por tanto, la mayor secuela de la crisis, pese a acercarse su fin, será el estancamiento por años de la lucha contra la pobreza, que se prevé que muestre un avance lento los próximos cinco años.
En ese marco, Weller sostuvo que es clave que los países tengan bajo control la inflación, pues ésta afecta el poder adquisitivo y la posibilidad de aplicar políticas monetarias expansivas, "que deberían mantenerse por un largo tiempo".
"La única excepción es Venezuela", que enfrenta un alza sostenida de sus precios internos y no podrá, eventualmente, reducir sus tasas de interés, para incentivar la inversión y el empleo, agregó.El cuadro, aunque a grandes rasgos parece auspicioso, tiene luces de alarma en la aún débil estabilización que viven Alemania, España, Reino Unido y Estados Unidos.
Hoy sólo China e India parecen empujar con fuerza la economía global, tras la debacle financiera.
La incertidumbre sobre la velocidad de la recuperación además coincide con una masiva baja en la entrada de capitales a América Latina, que bordeará los 300 mil millones de dólares este año.
De ellos, 221 mil vendrán por menores exportaciones y hasta 60 mil millones de dólares por el freno de las inversiones externas directas. También bajarán las remeses y la ayuda al desarrollo.
"Pero lo importante es que ya hay indicadores positivos", planteó Weller. Santiago de Chile (Milenio)
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