La retirada de encargos de fabricación de vehículos responde a la estrategia de Fiat de hacerse con el control de la producción de los vehículos de Chrysler.
El proveedor de piezas para automóviles austro canadiense Magna no recibirá más encargos de Chrysler para fabricar automóviles, aunque seguirá siendo su proveedor de componentes, citó hoy la versión online del diario "Wall Street Journal" al presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne.
El anuncio de Marchionne, que también dirige Chrysler tras su adquisición por el fabricante italiano, responde a su intención de volver a producir más en su propio país. Fiat compitió en su momento con Magna por la compra de Opel y aspira a consolidarse ahora como fuerte competidor de General Motors y Opel.
El director ejecutivo de Fiat pretende que de ahora en adelante los modelos de Chrysler, que antes eran fabricados por Magna, sean producidos en una planta recién comprada en Italia, lo cual supondría un duro golpe para el proveedor austro canadiense, que pronto formalizará la adquisición de Opel junto a un socio ruso.
También Volkswagen baraja retirar sus encargos a Magna. La compañía no quiso hacer comentarios al respecto y Fiat no adoptó ninguna postura.
Según informaciones que trascendieron del entorno del sector, Magna fabricó para Chrysler en Austria durante el semestre pasado mil coches de los modelos 300C y Jeep Grand Cherokee.
La retirada de encargos de fabricación de vehículos responde, según las informaciones del "The Wall Street Journal" publicadas en su web, a la estrategia de Fiat de hacerse con el control de la producción de los vehículos de Chrysler.
Ya con anterioridad el jefe de Fiat había procurado, tras adquirir Chrysler, que el fabricante estadounidense pusiera fin a algunas cooperaciones como las que tenía con las firmas japonesas Nissan y Mitsubishi.
Aunque la compañía italiana de momento sólo tiene una participación del 20 por ciento en Chrysler, Fiat posee derechos que le otorgan el control sobre el fabricante estadounidense.
Expertos consideran que el debilitamiento de la fusión Opel-Magna es innegable. También otros fabricantes son críticos con esa transacción y amenazaron al proveedor austro canadiense con suspender sus encargos, como es el caso de Volkswagen.
Fiat planea invertir, a su vez, en la nueva planta de producción adquirida en Italia 150 millones de euros (cerca de 220 millones de dólares) en los próximos tres años, señala el rotativo en Internet. La planta, que antes había pertenecido al fabricante de carrocerías Bertone, cuenta con una capacidad productiva de 700 mil vehículos anuales.
Chrysler padece las consecuencias de una fuerte caída de ventas en el mercado europeo. En los primeros ocho meses del año el fabricante sólo vendió en Europa a penas 38 mil vehículos, lo que constituye un descenso de 47 por ciento en términos interanuales. La Spezia, Italia
El anuncio de Marchionne, que también dirige Chrysler tras su adquisición por el fabricante italiano, responde a su intención de volver a producir más en su propio país. Fiat compitió en su momento con Magna por la compra de Opel y aspira a consolidarse ahora como fuerte competidor de General Motors y Opel.
El director ejecutivo de Fiat pretende que de ahora en adelante los modelos de Chrysler, que antes eran fabricados por Magna, sean producidos en una planta recién comprada en Italia, lo cual supondría un duro golpe para el proveedor austro canadiense, que pronto formalizará la adquisición de Opel junto a un socio ruso.
También Volkswagen baraja retirar sus encargos a Magna. La compañía no quiso hacer comentarios al respecto y Fiat no adoptó ninguna postura.
Según informaciones que trascendieron del entorno del sector, Magna fabricó para Chrysler en Austria durante el semestre pasado mil coches de los modelos 300C y Jeep Grand Cherokee.
La retirada de encargos de fabricación de vehículos responde, según las informaciones del "The Wall Street Journal" publicadas en su web, a la estrategia de Fiat de hacerse con el control de la producción de los vehículos de Chrysler.
Ya con anterioridad el jefe de Fiat había procurado, tras adquirir Chrysler, que el fabricante estadounidense pusiera fin a algunas cooperaciones como las que tenía con las firmas japonesas Nissan y Mitsubishi.
Aunque la compañía italiana de momento sólo tiene una participación del 20 por ciento en Chrysler, Fiat posee derechos que le otorgan el control sobre el fabricante estadounidense.
Expertos consideran que el debilitamiento de la fusión Opel-Magna es innegable. También otros fabricantes son críticos con esa transacción y amenazaron al proveedor austro canadiense con suspender sus encargos, como es el caso de Volkswagen.
Fiat planea invertir, a su vez, en la nueva planta de producción adquirida en Italia 150 millones de euros (cerca de 220 millones de dólares) en los próximos tres años, señala el rotativo en Internet. La planta, que antes había pertenecido al fabricante de carrocerías Bertone, cuenta con una capacidad productiva de 700 mil vehículos anuales.
Chrysler padece las consecuencias de una fuerte caída de ventas en el mercado europeo. En los primeros ocho meses del año el fabricante sólo vendió en Europa a penas 38 mil vehículos, lo que constituye un descenso de 47 por ciento en términos interanuales. La Spezia, Italia
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