La suspensión de créditos por parte de organismos internacionales costará al país entre 300 y 450 mdd
La nación se ubica entre los cinco países más pobres de la región
La decisión de los organismos internacionales de créditos de suspender los desembolsos o nuevas financiaciones a Honduras, tras el golpe que destituyó al presidente Manuel Zelaya puede costar al país centroamericano entre 300 y 450 millones de dólares.Así lo señaló hoy en la ciudad chilena de Viña del Mar Rebeca Patricia Santos, ministra de Hacienda del Gobierno hondureño depuesto, que representa a su país en la II Reunión de Ministros de Finanzas de América.Santos afirmó, en una rueda de prensa, que la medida de los organismos de crédito, que no obstante justificó por la "ilegitimidad" de las nuevas autoridades de su país, suponen un duro golpe para Honduras, que está "entre los cinco países más pobres de la región"."La crisis política se ha sumado a la crisis económica internacional, que ya nos estaba golpeando duro", remarcó.Recordó que hasta antes de la crisis, la economía de Honduras estaba en una senda positiva, con crecimientos del 6% en 2006 y 2007, que se redujo a un 4,3% el año pasado, cuando los primeros efectos de la contracción mundial se hicieron sentir.Para este año, pese a todo, se esperaba una expansión del Producto Interior Bruto (PIB) del 2 por ciento, que ha quedado en la incertidumbre tras el golpe que depuso "al Gobierno constitucional y único legítimo" de su país.En ese contexto, subrayó que "ningún Gobierno ni organismo internacional ha reconocido al gobierno de facto", mientras el depuesto Gobierno de Zelaya "ha recibido un respaldo y reconocimiento unánimes".Agregó que la resolución aprobada hace unos días por la OEA, "contiene todos los instrumentos diplomáticos para devolver a Honduras su perfil de país democrático.Santos, que al ocurrir el golpe estaba en Nueva York, participando en la reunión sobre la crisis que se celebró en el marco de la Asamblea General de la ONU, destacó, además, el "apoyo explícito e irrestricto" que ha recibido durante la reunión de Viña del Mar.La ministra, por otra parte, desmintió una injerencia en su país del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, uno de los argumentos esgrimidos por los golpistas para justificar la destitución de Manuel Zelaya.Reconoció que Venezuela ayudó "de forma valiosa" a Honduras el año pasado, durante la crisis del petróleo, a través de la iniciativa "PetroCaribe", por la que Caracas suministra hidrocarburos a varios países de Centroamérica y el Caribe en ventajosas condiciones de crédito."Honduras gasta anualmente entre 1.200 y 1.300 millones de dólares en petróleo, que el año pasado habrían subido a casi 2.000 millones de no ser por PetroCaribe", dijo.Asimismo, dijo que a través de mecanismos incluidos en la ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas), su país recibió otros 130 millones de dólares de Venezuela, pero descartó que ello suponga una injerencia política.Recordó que Brasil también tiene un programa en Honduras, por 450 millones de dólares, para construir tres plantas hidroeléctricas, mientras Colombia financiara una planta para producir biodiesel.En lo político, Santos reiteró que la única solución para su país es el regreso al poder del presidente Zelaya, "para que cumpla su período de cuatro años, que vence el 27 de enero de 2010. (Con información de EFE/MCH) Viña del Mar, Chile (El Financiero)
viernes, 3 de julio de 2009
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