La contingencia sanitaria costó entre 0.3 y 0.5% del PIB
El desempleo en la región llegaría a los 3 millones
Por Ivette Saldaña
México será el país de Latinoamérica que más sufrirá los efectos de la crisis económica mundial, al estimarse que tendrá un decrecimiento de 7 por ciento, lo que implicó un ajuste respecto al pronóstico anterior, pues se preveía una caída de sólo 2 por ciento.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, aseguró que el crecimiento de México en 2010 podría ser de 2.5 por ciento, pero dependerá mucho de la reactivación económica que tenga Estados Unidos.
Para la región se prevé un avance de menos 1.9 por ciento, la pérdida de más de tres millones de empleos, una baja de entre 5 y 10 por ciento en las remesas y una disminución de entre 35 y 45 por ciento en la inversión extranjera, pero el pronóstico podría ajustarse a la baja si la recuperación no comienza en el segundo semestre.
En videoconferencia, la mexicana dijo que hay indicios de que lo peor ya pasó, pero la recuperación será gradual y lenta, y no se descartan nuevos episodios de inestabilidad, además de que dejará consecuencias perdurables en la pobreza y en general en el ámbito social.
Afirmó que la recuperación de México será compleja y difícil, porque además de la caída en la actividad industrial, la baja en las exportaciones hacia el mercado estadounidense y el decremento en las remesas, la contingencia sanitaria por la influenza creó otra “crisis dentro de la crisis”, lo que significó un costo adicional de entre 0.3 y 0.5 por ciento del PIB.
Explicó que nuestro país ya tenía problemas estructurales que de por sí impedían el crecimiento, como la falta de inversión en el sector energético, la concentración de las ventas al exterior, los niveles de desigualdad y la baja recaudación tributaria.
Apoyos
Advirtió que en toda la región se reduce el espacio macroeconómico para financiar las políticas anticíclicas, pero la capacidad de reacción de los países latinoamericanos es mejor que antes.
En ese sentido mencionó que México tiene reservas internacionales, una inflación en niveles bastante bajos y cuenta con acceso a créditos "privilegiados".
Además tiene programas de apoyo al empleo y a la economía familiar, que implican aumento en el gasto público, como el respaldo a los gobiernos estatales por ocho mil 800 millones de dólares para ayudarlos a enfrentar la crisis y la influenza humana, y mil 200 millones de pesos para apoyar al turismo, que pronto podrá reponerse.
Hay otras medidas que ayudan, como descuentos en las cuotas patronales, en el impuesto de uso del espacio aéreo y la de cruceros.
Para México, apuntó, la reducción de impuestos no sería la mejor vía para recabar más, porque se parte de una base pequeña.
Bárcena dijo que el mayor repunte en la región lo tendrán Panamá y Bolivia, donde se prevé un crecimiento del PIB de 2.5 por ciento, seguidos de Perú y Haití.
Los tres países con mayores caídas serán Paraguay y Costa Rica, con menos 3 por ciento, y México, con menos 7. Agregó que el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante descendió 3 por ciento, luego de un crecimiento acumulado de 23 por ciento en el periodo 2003-2008.
La tasa de desempleo regional podría superar el 9 por ciento durante el año, aproximadamente tres millones de desocupados.
Esta situación tendrá un impacto negativo sobre la pobreza en la región, condición en que se encuentran ya 180 millones de personas, y más de 70 millones de indigentes. (Con información de El Financiero/APB) México,D.F.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, aseguró que el crecimiento de México en 2010 podría ser de 2.5 por ciento, pero dependerá mucho de la reactivación económica que tenga Estados Unidos.
Para la región se prevé un avance de menos 1.9 por ciento, la pérdida de más de tres millones de empleos, una baja de entre 5 y 10 por ciento en las remesas y una disminución de entre 35 y 45 por ciento en la inversión extranjera, pero el pronóstico podría ajustarse a la baja si la recuperación no comienza en el segundo semestre.
En videoconferencia, la mexicana dijo que hay indicios de que lo peor ya pasó, pero la recuperación será gradual y lenta, y no se descartan nuevos episodios de inestabilidad, además de que dejará consecuencias perdurables en la pobreza y en general en el ámbito social.
Afirmó que la recuperación de México será compleja y difícil, porque además de la caída en la actividad industrial, la baja en las exportaciones hacia el mercado estadounidense y el decremento en las remesas, la contingencia sanitaria por la influenza creó otra “crisis dentro de la crisis”, lo que significó un costo adicional de entre 0.3 y 0.5 por ciento del PIB.
Explicó que nuestro país ya tenía problemas estructurales que de por sí impedían el crecimiento, como la falta de inversión en el sector energético, la concentración de las ventas al exterior, los niveles de desigualdad y la baja recaudación tributaria.
Apoyos
Advirtió que en toda la región se reduce el espacio macroeconómico para financiar las políticas anticíclicas, pero la capacidad de reacción de los países latinoamericanos es mejor que antes.
En ese sentido mencionó que México tiene reservas internacionales, una inflación en niveles bastante bajos y cuenta con acceso a créditos "privilegiados".
Además tiene programas de apoyo al empleo y a la economía familiar, que implican aumento en el gasto público, como el respaldo a los gobiernos estatales por ocho mil 800 millones de dólares para ayudarlos a enfrentar la crisis y la influenza humana, y mil 200 millones de pesos para apoyar al turismo, que pronto podrá reponerse.
Hay otras medidas que ayudan, como descuentos en las cuotas patronales, en el impuesto de uso del espacio aéreo y la de cruceros.
Para México, apuntó, la reducción de impuestos no sería la mejor vía para recabar más, porque se parte de una base pequeña.
Bárcena dijo que el mayor repunte en la región lo tendrán Panamá y Bolivia, donde se prevé un crecimiento del PIB de 2.5 por ciento, seguidos de Perú y Haití.
Los tres países con mayores caídas serán Paraguay y Costa Rica, con menos 3 por ciento, y México, con menos 7. Agregó que el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante descendió 3 por ciento, luego de un crecimiento acumulado de 23 por ciento en el periodo 2003-2008.
La tasa de desempleo regional podría superar el 9 por ciento durante el año, aproximadamente tres millones de desocupados.
Esta situación tendrá un impacto negativo sobre la pobreza en la región, condición en que se encuentran ya 180 millones de personas, y más de 70 millones de indigentes. (Con información de El Financiero/APB) México,D.F.
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