EU quiere que el banco suizo UBS revele información de 52 mil clientes estadunidenses sospechosos de mantener cuentas por 14 mil 800 mdd en paraísos fiscales para evitar la contribución tributaria.
Los gobiernos de Estados Unidos y Suiza anunciaron hoy un acuerdo sobre el secreto bancario suizo y el derecho hacendario estadunidense para perseguir a presuntos evasores fiscales del mayor banco suizo UBS.
En una teleconferencia, el abogado del Departamento estadunidense de Justicia, Stuart Gibson, comunicó el acuerdo al juez federal Alan Gold, pero los detalles no fueron revelados de inmediato.
Gibson dijo que "tomará tiempo" para que los acuerdos estén en su forma final, pero cuando estén listos las partes someterán ante el juez una "estipulación mediante deposición".
Gold había pospuesto para el próximo día 17 la audiencia en un tribunal federal de Miami para escuchar los argumentos, en caso que las partes no llegaran a un acuerdo o solicitaran más tiempo. Ambos países dieron a conocer un acuerdo tentativo el pasado 31 de julio tras una reunión entre la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, y el ministro suizo del Exterior, Micheline Calmy- Rey.
El gobierno de Estados Unidos inició la querella contra UBS para que revele la información de unos 52 mil clientes estadunidenses que son sospechosos de mantener cuentas bancarias por 14 mil 800 millones de dólares en paraísos fiscales para evitar la contribución tributaria.
El gobierno suizo lucha para preservar la reputación de secreto bancario que le ha ayudado a edificar su atractiva industria bancaria para depósitos globales y que es una de las mayores fuentes de ingreso del país europeo.
La demanda del Departamento de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés) se basa en evidencia de que esos clientes violaron las leyes tributarias estadunidenses.
Tanto UBS como el gobierno suizo sostienen que entregar la lista de nombres de sus clientes viola las leyes suizas.
UBS, con presencia en Estados Unidos, ya dio a conocer los nombres de unos 250 clientes con cuentas secretas en Suiza, como parte de un acuerdo previo para evitar cargos criminales por su participación en la evasión fiscal de los contribuyentes estadunidenses. Miami, Florida/Notimex (La Jornada)
En una teleconferencia, el abogado del Departamento estadunidense de Justicia, Stuart Gibson, comunicó el acuerdo al juez federal Alan Gold, pero los detalles no fueron revelados de inmediato.
Gibson dijo que "tomará tiempo" para que los acuerdos estén en su forma final, pero cuando estén listos las partes someterán ante el juez una "estipulación mediante deposición".
Gold había pospuesto para el próximo día 17 la audiencia en un tribunal federal de Miami para escuchar los argumentos, en caso que las partes no llegaran a un acuerdo o solicitaran más tiempo. Ambos países dieron a conocer un acuerdo tentativo el pasado 31 de julio tras una reunión entre la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, y el ministro suizo del Exterior, Micheline Calmy- Rey.
El gobierno de Estados Unidos inició la querella contra UBS para que revele la información de unos 52 mil clientes estadunidenses que son sospechosos de mantener cuentas bancarias por 14 mil 800 millones de dólares en paraísos fiscales para evitar la contribución tributaria.
El gobierno suizo lucha para preservar la reputación de secreto bancario que le ha ayudado a edificar su atractiva industria bancaria para depósitos globales y que es una de las mayores fuentes de ingreso del país europeo.
La demanda del Departamento de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés) se basa en evidencia de que esos clientes violaron las leyes tributarias estadunidenses.
Tanto UBS como el gobierno suizo sostienen que entregar la lista de nombres de sus clientes viola las leyes suizas.
UBS, con presencia en Estados Unidos, ya dio a conocer los nombres de unos 250 clientes con cuentas secretas en Suiza, como parte de un acuerdo previo para evitar cargos criminales por su participación en la evasión fiscal de los contribuyentes estadunidenses. Miami, Florida/Notimex (La Jornada)
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